Un profesor de filosofía se levantó en mitad de la clase, agarró su silla y la puso sobre el escritorio. Se dirigió hacia la pizarra y escribió, probad que esta silla no existe.
Un profesor de filosofía se levantó en mitad de la clase, agarró su silla y la puso sobre el escritorio. Se dirigió hacia la pizarra y escribió, probad que esta silla no existe.