Dos de los autores que marcaron mi adolescencia son Kurt Vonnegut, autor de Matadero Cinco y del que ya os hablé en este episodio de No es asunto vuestro, y Joseph Heller, que se hizo famoso con su primera novela, Catch-22, una crítica a la ética militar estadounidense coincidiendo con la Guerra de Vietnam.
Un día Vonnegut y Heller estaban en una fiesta de un multimillonario y amigo común. Vonnegut, que ya llevaba algunas copas de más, intentó cabrear a Heller diciéndole: “¿Te das cuenta que el propietario de esta casa ha hecho más dinero esta semana que el que harás tú con tu libro el resto de tu vida?”
Heller le contestó con una respuesta más profunda de lo que Vonnegut esperaba en aquel momento entre copas: “Pero yo tengo algo que él no tiene”.
Vonnegut: “¿Y qué es eso que tienes Joseph?”
Heller: “Yo tengo claro qué es suficiente. Yo tengo suficiente.”
Saber qué es suficiente es una fórmula vital para todos los aspectos de nuestra vida. Es una clave maestra para conseguir estar satisfechos e incluso para acercarnos más fácilmente a la felicidad. Si no sabes apreciar lo que es suficiente, es muy probable que seas infeliz aunque poseas el mundo entero.
Pero entonces, si nos “conformamos” siempre con lo que tenemos, ¿cómo avanzaremos? ¿Cómo mejoraremos en todos los aspectos de nuestra vida?
Estar satisfechos y saber apreciar que lo que tenemos, o lo que hemos conseguido, es suficiente no nos cierra la puerta a obtener más logros o a llegar más lejos. Entender qué es lo suficiente nos ayuda a evitar obsesiones absurdas e inacabables y a tratar a todo aquello que pueda venir como un extra, como un bonus. Y teniendo muy claro, por si un día volvemos atrás, que eso era MÁS que suficiente.
No hay peor castigo que el ansia de poseer más.
Y ya que sacáis el tema, tengo suficientes suscriptores en No es asunto vuestro pero, si alguien quiere ser mi bonus y aprender con nuestros masterminds y compartir su historia de emprendimiento en nuestra comunidad, apuntaros en Noesasuntovuestro.com