Es una de las emociones básicas del ser humano y, por lo tanto, es normal que a veces nos topemos con ella. Pero lo razonable serÃa pensar que solo experimentamos tristeza cuando tenemos razones para ello. Cuando, por ejemplo, las circunstancias que nos rodean son más dolorosas que alegres. Esa serÃa una norma aceptable. Pero lo jodido de la tristeza es que esto no es siempre asÃ. La tristeza no es matemática. La tristeza no responde a ninguna ley básica medible.
Todos hemos oÃdo hablar de la tristeza provocada por la riqueza, por la abundancia o por el éxito. Todos hemos sentido tristeza aunque aparentemente no tuviéramos razón para ello.
Cuando me invade la tristeza, y sé que en general no tengo razones para ello, me enfado conmigo mismo. No es justo que esté triste. Estar triste es no valorar lo que me rodea, no valorar la suerte que tengo. Estar triste es una falta de respeto para los que sà tienen razones para estarlo.
Pero, qué queréis que os diga, hoy estoy triste.
No es que sea un sentimiento que ha aparecido de la nada, sé lo que lo ha provocado, por supuesto. Pero el problema es que no es justo que ese hecho me haya traÃdo tristeza. No tiene sentido que lo que ha pasado me haya dejado tan tocado. Y eso, precisamente, es lo que más rabia me da. Y a la vez, al pensarlo, es lo que me libera. Estoy triste sin motivo. Lo jodido serÃa tener razones para estarlo.
Espero no haberos jodido el martes demasiado… Un abrazo a todos.