El problema de Tiffany es un término acuñado por la autora Jo Walton para describir la tensión entre los hechos históricos y la percepción popular de la historia.
Por ejemplo, la creencia de que algo es más moderno de lo que realmente es. Si en una historia centrada en la Edad Media, una de las protagonistas se llamara Tiffany, lo más provable sería que a la mayoría de la audiencia le saltasen las alarmas pensado que ese es un nombre moderno popularizado por la película “Desayuno con diamantes”.
En realidad, Tiffany se registró en 1200 como nombre de pila, tradicionalmente dado a las niñas nacidas el 6 de enero, la fiesta de la Epifanía. Pero en nuestra percepción moderna del mundo medieval, Tiffany no encaja.
Otros ejemplos del problema de Tiffany podrían ser: medievales bañándose (lo hacían, más que los ingleses actuales), negros o asiáticos en la europa antigua (que los había), gente usando gafas en el 1200 (que fue cuando se inventaron) o, y este es mi preferido, piercings en los pezones en la Inglaterra victoriana (que estaban de moda sobre el 1800).
Pero, claro, pones eso en una historia y te linchan. Aunque los autores investiguen cuidadosamente y quieran incluir información históricamente precisa, es probable que el público popular no lo compre.
En la misma línea, tienes que jugar con la rigurosidad de lo que es cierto y de lo que la gente cree que es cierto.
Podéis comprobar en Google cualquiera de las afirmaciones que diré ahora:
- Las zanahorias NO mejoran la vista.
- Salir a la calle con el pelo mojado NO te hace enfermar. El resfriado o la gripe están causados por un virus, NO por tener el cabello mojado.
- El aire condicionado NO provoca resfriados. No existe una relación causa-efecto entre el frío y los resfriados, por mucho que te lo haya dicho tu madre, tu suegra o tu pareja.
- No usamos solo el 10% de nuestro cerebro. (Puede que los que te dicen lo del aire condicionado sí…)
- Cuando te afeitas el pelo NO sale más grueso y fuerte.
- Los murciélagos NO son ciegos.
- La leche NO provoca mocos.
- Crujirse los nudillos NO provoca artritis
- Tu móvil (y esta, por favor, grabadla en fuego en vuestra cabeza de una santa vez) NO está escuchando lo que dices para ponerte anuncios en Instagram.
La lista es infinita, os invito a enviarla a la gente que alguna vez os ha dicho una de estas tonterías. Pero bueno, si algún día estáis escribiendo una historia y la chica sale a la calle con el pelo mojado y luego pilla un catarro, nadie os escribirá para que rectifiquéis.