Hace unos años, con motivo de un reportaje de radio, estuve conviviendo unos días con una tribu de la selva amazónica ecuatoriana. Gente con un contacto nulo con el mundo exterior, en un lugar completamente inaccesible. De hecho, sólo un par de personas del poblado habían visto antes a un hombre blanco, y ninguna de ellas a un hombre calvo.
Uno de los días le pregunté a una madre, a través del traductor, cómo se llamaba el niño que llevaba en brazos. La mujer, al oír la pregunta, me miró con una cara de incredulidad absoluta. La razón de su reacción es tan dramática que recuerdo que al saberla, me quedé fulminado.
Hoy os explico cómo le puse el nombre a GuideDoc.