¿Tiene sentido seguir compartiendo nuestros enlaces por todas partes? ¿Los algoritmos nos ignoran por completo? ¿Deberíamos cerrar Twitter o, mejor aún, prenderle fuego? ¿Es hora de mudarnos a Mastodon, BlueSky o Threads?
¿Tendrán Joan Boluda y Emilio Cano las respuestas definitivas?
Pues claro que sí.