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Cuando os hablé por primera vez de esta newsletter, prometí que también incluiría “algún secreto que solo se puede explicar por email”. Bien pues, hoy llega el primero. (No quiero subir mucho el hype, que no es gran cosa. Simplemente es algo que prefiero no explicar, por ejemplo, en el podcast en abierto). Pero antes:
Web
- Algunos me lo habéis pedido. He añadido en la parte premium de la web las instrucciones para poner el feed privado en las apps de podcasts más comunes. Espero que os sirva, sobretodo a los nuevos.
- Ya está en producción la sección de newsletters en la web. De manera que, a partir de esta semana (probablemente) también se podrá consultar el histórico en una sección específica a la que solo tendrán acceso los suscriptores, claro. Me ha costado un poco más de la cuenta porque estoy intentando que se publiquen solas en el momento de enviar el email. Ya os diré si he acabado teniendo éxito, y os explicaré también cómo lo he hecho. (Como lo ha hecho el equipo de Hitesh)
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Podcast
- Ayer publiqué un nuevo episodio en abierto y también una entrevista a alguien muy especial para mí, Héctor Silva, el jefe de contenidos de GuideDoc. Temo que para algunos, en este caso, os pueda parecer un poco aburrida o poco interesante, pero me hacía especial ilusión tener esta conversación con él. Siento si, efectivamente, es el caso.
Slack
- He creado un nuevo canal para comunicarnos, en Slack. Creo que es un lugar mejor que Telegram para este tipo de comunidad y nos permitirá organizar nuestras conversaciones de manera más fluida. Tenemos la suerte que aquí hay un montón de gente con muchos conocimientos en el sector online, podcasting, y del emprendimiento y creo que Telegram NO ayuda al debate. En Telegram hemos hecho una encuesta sobre el tema. Si podéis, os agradecería que también diérais vuestra opinión.
Truco
- Supongo que esto es bastante conocido pero lo explico por si alguien no lo tiene controlado. Esta semana «hemos tenido» que comprar en NørdicWire un adaptador para poder usar objetivos de cámara DSLR en el iPhone. Estaba agotado y me dijeron desde la marca que en unos días volvería a estar disponible, pero que corriera porque volaban. Así que para monitorizar la página y ver cuando cambiaba el producto a disponible, usé Visualping. Que hace justamente eso, te avisa cuando cambia algo en la web que le indicas. Lo uso para diversas cosas (secretas y malvadas) en GuideDoc, seguro que le encontráis una utilidad.
El secreto
Me gusta hablar mal, decir palabrotas, mezclar lenguas, inventarme palabras y construcciones. Y eso que, a la vez y aunque parezca contradictorio, me encanta hablar bien… Soy el típico que corrige a la gente cuando dice algo mal dicho (sobretodo si no están muy musculados). Pero solo cuando cometen los errores que hace todo el mundo. Solo cuando no saben que lo que están diciendo no es correcto. No sé si me explico. Es como el pintor que únicamente se aventura con las formas anárquicas del surrealismo cuando domina a la perfección todas las otras técnicas artísticas.
Por otro lado, para mí, los tacos son una parte esencial de la lengua. Son importantes porque expresan sentimientos que ninguna otra palabra puede simbolizar. Algunos estudios, como los del psicólogo cognitivo Steven Pinker, muestran casos de pacientes que perdieron el habla pero, aún así, pueden seguir cagándose en todo; lo que sugiere que los tacos pueden ser un tipo diferente de palabras, conectadas de alguna forma con nuestro cerebro más primitivo.
La belleza de algunos tacos y la efectividad que tienen bien utilizados es mágica. Y amo a los autores (hablando ahora de la lengua castellana) que han sabido utilizarlos con maestría, como Camilo José Cela, que en este ámbito era sin duda el puto amo.
Y luego están los reprimidos. Los que se ofenden por un taco. Gente que se ofende por una palabra. Por un sonido formado por letras. Por una sensación producida en el oído por un conjunto de vibraciones. ¿Qué sentido tiene eso? ¿PERO QUÉ PUTA MIERDA ES ESTA?
Y ahora viene el secreto: Esta semana me han censurado diversos tacos que salían en un documental que estamos haciendo. Eran tacos pronunciados por algunos de los protagonistas en medio de su acción. Nada del otro mundo. Tacos buenos, tacos bien puestos, justificados y para nada soeces. La decisión, sobre el corte final, ha sido de «los de arriba» de una plataforma conocida. Me ahorraré nombrarla. Solo diré que, como demuestra este vídeo, no se trata de Netflix.
Si queréis daros de baja solo tenéis que contestar este correo con un taco. (Y no me llaméis más, cabrones).